Cooperativas que cultivan cannabis: ¿Qué son, cómo funcionan y dónde operan?

En los últimos años, vemos que algunas cooperativas de cultivo de cannabis han surgido como alternativas interesantes frente al modelo comercial clásico. Suelen organizarse cooperativamente, buscando beneficios sociales, económicos y de salud, no solo lucro. Vamos a ver qué son, cómo operan y ejemplos de distintos países.

¿Qué es una cooperativa de cultivo de cannabis?

Una cooperativa de cultivo de cannabis es una organización formada por productores que se asocian legalmente para cultivar, procesar o distribuir cannabis y sus derivados con distintos fines: medicinales, industriales, terapéuticos, investigación, etc.

Sus características suelen ser:

  • Propiedad compartida, donde los miembros tienen voz y voto.
  • Enfoque comunitario, de trabajo mutuo y ayuda entre los miembros.
  • Transparencia en los procesos productivos y calidad del producto.
  • Regulación y cumplimiento de licencias, registros y estándares sanitarios.

Cooperativas de cannabis en Argentina

En Argentina aún no existen cooperativas con objeto cannábico plenamente operativas, según datos oficiales. Sin embargo, ya hay ejemplos en marcha que ilustran lo que podría venir:

  1. Sagrada Semilla, cooperativa de trabajo en San Martín, Buenos Aires. Se dedican al cannabis medicinal y al cáñamo industrial desde 2022: cultivan esquejes, semillas registradas y tienen un enfoque en investigación, educación comunitaria y producción local.

  2. Cannabis Argentum, cooperativa de Rosario. Trabajan en fitomejoramiento genético, reproducen genéticas, y elaboran productos derivados como aceites, cremas o tinturas bajo controles de laboratorio. 

  3. En la provincia de Entre Ríos, la cooperativa Madre Tierra San José Limitada obtuvo matrícula legal para producir aceite de cannabis medicinal. 

También hay iniciativas provinciales, como en Jujuy, donde la Cooperativa de Tabacaleros colabora con programas del estado para cultivar y producir cannabis con fines científicos y terapéuticos. 

Cooperativas de cannabis en Marruecos

Marruecos es uno de los ejemplos más destacados actualmente. El marco legal comenzó en 2021 con la legalización para usos medicinales e industriales, y uno de los requisitos clave para los agricultores es operar mediante cooperativas. 

Por ejemplo, en la provincia de Chefchaouen en 2025, hay unas 104 cooperativas de cultivo de cannabis que agrupan a más de 1.300 agricultores legales. Estas cooperativas no solo gestionan el cultivo, sino que algunos miembros participan también en unidades de procesamiento y en la exportación. 

Podemos nombrar como referencia a las cooperativas Biocannat, ubicada en Bab Berred, Chefchaouen, una de las primeras cooperativas con licencia para transformación y exportación legal de cannabis. Cooperativa Ketama, ubicada en la región de su mismo nombre, incluida como miembro en el listado de cooperativas registradas de la Moroccan Cannabis Alliance. Así como la cooperativa Targist Cooperative. 

Cooperativas de cannabis en España

Cuna de la cultura cannabica en Europa, se prepara para este proceso con muchos proyectos. Se puede mencionar la cooperativa Noma Original ubicada en Binissalem, Mallorca (Islas Baleares). Se ha consolidado como la primera cooperativa de cáñamo industrial en Baleares dedicada al cultivo sostenible, ecológico y al cumplimiento normativo de España y de la Unión Europea. 

Cultivan biomasa de cáñamo rica en CBD y CBG, cosmética certificada, productos naturales, consejos para explotación de cáñamo, etc. Otras producciones como aceite de CBD ecológico 100 % mallorquín.

Utilización de semillas certificadas UE, contenido de THC por debajo del umbral legal, producción responsable, transparencia. A pesar de esto, se enfrentan a inseguridad jurídica, hay confusión entre cáñamo, CBD y marihuana en algunos operativos, lo que afecta la operativa de la cooperativa. 

Cooperativas de cannabis en Colombia

Cooperativa Caucannabis  está conformada por campesinos e indígenas de varios municipios del Cauca: Corinto, Miranda, Toribío, Caloto, Jambaló. Más de 50 miembros originarios de esas comunidades. Fue impulsada como estrategia de sustitución de cultivos ilícitos y desarrollo socioeconómico local. 

Cultivan cannabis psicoactivo con licencia para usos medicinales, producción de flores que luego se transforman en extractos medicinales, aceites, pomadas. Trabaja en asociación con empresas como PharmaCielo para procesar productos medicinales de calidad.

Estos avances han permitido formalizar productores tradicionales, disminuir producción ilícita, generar ingresos legales, inclusión de comunidades rurales, indígenas, antes marginalizadas.

Otros casos de cooperativas de cannabis

Aunque los casos mencionados son ejemplos claros de avance concreto, no son los únicos, también hay movimientos en otras regiones del mundo que están explorando cooperativas o asociaciones productivas.

En algunos lugares como Uruguay, Canadá, y EE.UU; pioneros de la legalización cannabica, las cooperativas o asociaciones de cultivadores actúan bajo estándares regulatorios para producción médica o industrial desde hace tiempo. 

Las cooperativas de cultivo de cannabis representan una vía prometedora para construir un modelo más justo, sostenible y responsable. Mientras más países regulan el cannabis medicinal e industrial, estas estructuras cooperativas pueden jugar un papel crucial para:

  • Mejorar los ingresos de pequeños agricultores.
  • Proteger comunidades rurales.
  • Elevar la calidad del cannabis y sus derivados.
  • Impulsar políticas de reducción de riesgos reales.

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