El pasado martes 7 de octubre, el Gobierno de España ha dado un paso significativo: se ha aprobado un Real Decreto que regula oficialmente el uso medicinal del cannabis. A continuación explicamos un poco qué implica, cómo funcionará en la práctica y cuáles podrían ser los retos.
¿Qué establece la nueva normativa sobre cannabis medicinal?
- El nuevo decreto permite el uso del cannabis medicinal, pero solo en hospitales y bajo prescripción de médicos especialistas, no de atención primaria.
- Se podrá usar cuando los tratamientos convencionales no sean eficaces. Algunas de las condiciones contempladas incluyen dolor crónico refractario, epilepsia severa, espasticidad asociada a la esclerosis múltiple, y náuseas o vómitos derivados de la quimioterapia.
- Los productos medicinales deberán ser preparaciones magistrales estandarizadas, con composición clara de THC y/o CBD, elaboradas solo en farmacias hospitalarias autorizadas.
- No se establece un listado cerrado de enfermedades por ahora; la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) publicará en los próximos meses las monografías clínicas que definirán las indicaciones, dosis, condiciones de uso, etc.
Lo que queda pendiente y los posibles retos
- Formación médica: muchos especialistas deberán capacitarse para saber cuándo y cómo indicar cannabis medicinal de forma segura.
- Capacidad hospitalaria: las farmacias hospitalarias tienen que adaptarse al volumen de preparados que se demandarán, lo que puede generar retrasos o cuellos de botella.
- Acceso justo: dado que todo ocurre en el ámbito hospitalario y con especialistas, hay riesgo de que personas en áreas menos equipadas o con menor acceso a servicios hospitalarios tengan dificultades para beneficiarse.
- Evidencia científica: aunque se reconoce la utilidad del cannabis medicinal en ciertas condiciones, el decreto prevé que las indicaciones específicas se actualicen con base en nuevos estudios. Esto es positivo, pero también implica que pacientes podrían quedar fuera temporalmente si su condición no está contemplada aún.
Por fin, España cuenta con un marco legal para el cannabis medicinal. El decreto da pasos firmes hacia una medicina más inclusiva, pero con condiciones estrictas: hospitales, especialistas, productos estandarizados. Para muchos pacientes será una esperanza real, para otros es el comienzo de una lucha por ampliar las indicaciones, facilitar el acceso y asegurar que la ciencia continúe avanzando.