Al explorar un porro, seguro has notado un aroma delicado, fresco y floral, con cierto toque a lavanda o cítrico. Esa fragancia es obra del linalool, un terpeno sutil pero poderoso que, aunque presente en bajas concentraciones, deja una huella aromática imborrable y una carga terapéutica sorprendente.
¿Qué es el terpeno Linalool?
El terpeno linalool es un monoterpeno alcohólico (C₁₀H₁₈O) que aparece en muchísimas plantas aromáticas, desde cítricos y albahaca hasta lavanda y cáñamo. Suele encontrarse en menor cantidad que otros terpenos como mirceno o limoneno, pero su efecto es notable por su aporte sensorial. En la naturaleza, también actúa como defensa natural de las plantas ante plagas y condiciones adversas.
Aroma y sabor del terpeno Linalool
En el cannabis, el linalool aporta un perfil aromático floral, suave y ligeramente especiado, con toques herbales y cítricos que evocan la lavanda o el pétalo de rosa. En boca, refresca con matices de limón y lavanda, dejando una sensación relajante y sofisticada.
Efectos e interacción con otros compuestos
Linalool está asociado a sensaciones de calma, bienestar y relajación. Suele inducir sueño. Investigaciones sugieren que también puede tener propiedades analgésicas, anticonvulsivas y ansiolíticas. Además, se ha observado que interactúa con receptores del sistema endocannabinoide, sugiriendo un rol modulador frente al THC.