Tras unas semanas en las que la situación parecía encallarse, la Suprema Corte de Justicia mexicana ha despenalizado finalmente el uso lúdico del cannabis al anular los cinco artículos de la Ley General de Salud que lo prohibía.
A partir de ahora los usuarios de la planta podrán pedir permisos para consumir de forma privada, cultivar y portar marihuana ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), que pertenece a la Secretaría de Salud.
Según el Movimiento Cannábico Mexicano, uno de los impulsores de la reforma, la anulación cumple con sus demandas:
- consumo sin fines de lucro, pues hasta que no se redacte la ley del cannabis, no se permite importar, comerciar ni suministrar cannabis. Sólo se permite el autocultivo
- la portación, es decir, poder transportar (no usar) la planta en la vía pública
- el trato digno
- los espacios de consumo seguros, no en la vía pública ni donde pueda molestar a terceros
Aún así, no todo son facilidades. Al dejar de lado, de momento, a la industria del cannabis, ésta ya se está pronunciando para que la escuchen. Esto puede augurar futuras fricciones y presiones para legislar rápidamente y a su favor, obviando los intereses de los usuarios y autocultivadores. Además, la decisión de la Suprema Corte deja un vacío legal y diversas incógnitas, algunas de las cuales se detallan aquí.
Aun con las dificultades y meandros, la regulación total del cannabis en México y en el planeta se acerca. Esperemos que llegue pronto a nuestras costas.
