Tras casi dos meses, acaban de finalizar las comparecencias en la Subcomisión sobre el uso terapéutico del cannabis. Ahora el calendario apunta a finales de junio para que se presenten conclusiones y propuestas ante el pleno del Congreso.
Aún hay incógnitas abiertas: principalmente, ¿se permitirá el autocultivo a las personas que necesiten hacer uso terapéutico del cannabis?
Pese a estas dudas, no podemos más que alegrarnos porque pronto el Congreso tendrá que afrontar sin opción a inhibirse una realidad hasta ahora prácticamente ignorada en el hemiciclo: la realidad del cannabis, aunque esta vez restringida a sus propiedades terapéuticas. También esperamos que esta primera confrontación con la realidad de nuestra amada planta inicie una etapa de normalización y desestigmatización en las instituciones que tienen que decidir sobre ella.