Un año después de que Marruecos legalizara el cannabis con fines medicinales, la ANRAC, el ente marroquí creado para aplicar y controlar la nueva legislación, entrega las primeras licencias para el cultivo legal de cannabis.
De momento sólo se han entregado diez licencias para crear cooperativas de cultivo y producción de cannabis en las provincias de Al Hoceima, Chefchaouen y Taounat. La ANRAC tiene previsto ir concediendo más licencias en función de “las necesidades expresadas por los fabricantes autorizados”. Cabe recordar que sólo se permite el cultivo y producción de cannabis y derivados para uso médico y para la exportación.
Es un paso importante, pero aún es pronto para calibrar las consecuencias y proyecciones de esta nueva política en el país norteafricano. De todos modos, no podemos sino alegrarnos de tener otro ejemplo cercano de avances regulatorios, y de su implantación, en cuanto al cannabis. Y más por ser el primer Estado de la zona en regular el cannabis, si bien de forma parcial.