Este año se cumplieron 100 años desde que el cannabis fue incorporado a los tratados internacionales de fiscalización. ¿Por qué este hito es tan significativo?
1925: El punto de inflexión global
El origen del prohibicionismo moderno se encuentra en la Segunda Convención Internacional sobre el Opio, firmada en Ginebra el 19 de febrero de 1925. Fue la primera vez que el cannabis (como “Indian hemp”) fue incluido dentro de un tratado internacional de control de sustancias psicoactivas.
Aunque el cannabis no fue completamente prohibido, se estableció que:
- Solo podía ser exportado con fines médicos o científicos, y bajo certificados oficiales;
- Se exigió a los países firmantes que controlaran su comercio internacional y presentaran estadísticas de producción y consumo;
- Se creó la Junta Central Internacional del Opio, precursora del organismo regulador global actual
Este tratado sentó las bases legales y culturales del modelo prohibicionista que prevaleció durante el siglo XX y sigue influyendo en la legislación vigente en muchos países.
De prohibición a regulación: una evolución de siglo
Desde aquella convención de 1925, la historia del cannabis ha estado marcada por una progresiva criminalización que se consolidó en los tratados posteriores:
- En 1961, la Convención Única sobre Estupefacientes impuso medidas más estrictas a nivel mundial, relegando al cannabis a una categoría de alta peligrosidad y uso limitado exclusivamente a fines médicos y científicos.
- Durante décadas, el cannabis fue invisible en el debate medicinal o social, limitado por leyes duras y estigmas institucionalizados.
Sin embargo, en las últimas dos décadas, esa narrativa ha comenzado a revertirse:
- Países como Países Bajos, Canadá, Alemania, Malta y Luxemburgo avanzaron hacia modelos regulados que permiten el uso medicinal, el autocultivo o una forma regulada de consumo adulto.
- Más recientemente, Eslovenia ha presentado una propuesta para regular tanto el cannabis medicinal como el recreativo, mientras Polonia proyecta legalizar el cultivo doméstico y despenalizar el consumo personal.
Un siglo y un presente esperanzador
Hoy, a 100 años del comienzo del régimen prohibicionista internacional, Europa —y el mundo— están transitando hacia un enfoque más pragmático, basado en la ciencia, los derechos humanos y la reducción del daño. El cambio es profundo:
- Se pasa de la represión absoluta a modelos que priorizan la salud pública.
- El cannabis empieza a verse no como un enemigo, sino como una realidad social para gestionar desde la regulación.