En pocas semanas ha habido avances importantes para la regulación del cannabis a nivel global. A mediados de noviembre Argentina legalizó el uso terapéutico del cannabis y el Tribunal de Justicia de la UE se pronunció a favor del CBD. Y el 2 de diciembre la Comisión de Estupefacientes de Viena, el órgano de la ONU sobre sustancias psicoactivas, ha decidido adoptar las recomendaciones de la OMS sobre las propiedades terapéuticas del cannabis.
En concreto, ha decidido retirar el cannabis de la lista de sustancias peligrosas, la Lista IV. Esto facilitará en gran medida la aprobación de investigaciones sobre las propiedades curativas de la planta. Su uso recreativo sigue prohibido a nivel internacional, por lo que es una victoria parcial. Es un paso importante, pero aún quedan saltos por realizar.
También debe decirse que este triunfo ha sido por la mínima. De los 53 Estados que conforman la comisión, sólo 27 han votado a favor de la enmienda. Y ello tras dos años de aplazamientos en la celebración de la Comisión de Viena y tensos debates entre los países que estaban a favor (casi toda la UE, E.E.U.U., Canadá, Colombia, México. Uruguay, entre otros) y el bloque que se oponía (China, Chile, Rusia, Brasil, Hungría, Pakistán, Cuba y Venezuela siendo los más activos).
Aunque sea sólo un paso, celebremos este avance importante en la consideración del cannabis como una planta que cura y no una droga que mata.