Los mitos caen ante las pruebas, los hechos. No sólo en Uruguay, sino también en Estados Unidos no ha habido incrementos del uso de cannabis entre menores en aquellas zonas donde se ha regulado su uso recreativo. El caso más palmario es el de Colorado, donde su antiguo gobernador, reacio a regular el cannabis, ha acabado reconociendo que se equivocaba al afirmar que la regulación equivalía a mayor consumo entre menores de edad. Las pruebas le han convencido de lo contrario. La propia agencia de salud de Colorado ha comprobado que las tendencias de uso de cannabis entre menores no aumentaron tras la regulación, sino que han ido descendiendo desde 2013, año de la entrada en vigor de la ley del cannabis. También los jóvenes perciben que les resulta más difícil acceder a la planta desde la regulación.
Esto también se ve en el Estado de Washington, donde otro estudio ha comprobado que desde la regulación estatal de la planta ha disminuido el abuso de alcohol y analgésicos entre la población de 21 a 25.
Estos datos, estos estudios, estos hechos, procedentes de organismos e instituciones públicas, deberían ser tenidos en cuenta por las personas que se dedican a legislar. Todo esto son pruebas a favor de la regulación del cannabis. Insistimos: pruebas, no mitos.