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Tras los retrasos, Alemania avanza hacia la regulación según el modelo de Cannabis Social Club

Parece que sigue el vaivén con la regulación del cannabis alemana. Tras los retrasos que apuntan hacia la despenalización y de enviar su ley del cannabis a la Unión Europea, de nuevo la revista Cáñamo nos da la noticia: Tras los retrasos, Alemania avanza hacia la regulación según el modelo de Club Social de Cannabis.

Según se puede leer en Cáñamo, que recoge las informaciones de los medios alemanes LTO y Der Spiegel, aún no se ha presentado oficialmente el proyecto de ley debido a un cambio de rumbo. Para no colisionar con la legislación europea e internacional (léase, la Convención Única de Estupefacientes de la ONU, vigente desde 1961) de momento se pospone la regulación de la producción y comercialización en pos de la despenalización de la posesión y del autocultivo y de la creación de Clubes Sociales de Cannabis. Según palabras (recogidas por Der Spiegel) de la dirección del SPD (Partido Social Demócrata), uno de los miembros de la coalición de Gobierno: “Obviamente, una legalización integral no es factible a corto plazo por razones de derecho europeo (…) Por lo tanto, apoyamos al ministro federal de Salud, Karl Lauterbach, y al gobierno federal para que tomen medidas prácticas hacia la legalización”. Es decir, quieren implantar el modelo CSC de Barcelona, también adoptado en Malta

El medio LTO, revista legal y jurídica alemana, amplía la postura adoptada por el Gobierno: 

“Por lo tanto, esta forma de cultivo comunitario debería servir como una medida adicional para garantizar la protección de la salud y hacer retroceder el mercado negro. Especialmente con respecto a las personas de bajos ingresos y las personas sin suficiente espacio/jardín, los Cannabis Social Club son la respuesta a la pregunta social y justa en la política de drogas. No solo las personas de altos ingresos deberían tener acceso al cannabis legal”

Esto es sin duda una buena noticia. Los CSC, modelo centrado en el autocultivo, el circuito cerrado de acceso al cannabis y la reducción de riesgos (RDR) y gestión de placeres asociados a su uso, florecen en Alemania y en Malta. Sin embargo, en Barcelona, la tierra donde nacieron, la situación es adversa. Paradojas del siglo XXI.

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